La Comisión Europea pone en marcha una consulta sobre la forma de conseguir que Europa lidere la transición a la Web 3.0
Europa podría liderar la próxima generación de Internet. La Comisión Europea resumió hoy los principales pasos que Europa ha de dar para responder a la nueva etapa de la revolución de la información, que se intensificará en los años venideros debido a tendencias como las redes sociales, el cambio decisivo a servicios empresariales en línea, los servicios nómadas basados en los sistemas GPS y la televisión móvil, y el crecimiento de las etiquetas inteligentes.
Benjamin Nicolau, Ebame abogados
El informe muestra que Europa está bien situada para aprovechar estas tendencias gracias a sus políticas en favor de unas redes de telecomunicaciones abiertas y favorables a la competencia, así como en materia de privacidad y seguridad. La Comisión ha iniciado hoy una consulta pública sobre las respuestas políticas y del sector privado a estas oportunidades. El informe de la Comisión también presenta un nuevo índice de eficacia de la banda ancha, que compara el rendimiento nacional en factores clave como la velocidad, el precio, la competencia y la cobertura de la banda ancha. Suecia y los Países Bajos lideran esta liga de la banda ancha europea, que complementa el índice más tradicional de penetración de la banda ancha, utilizado hasta ahora por los reguladores de las telecomunicaciones.
«La Internet del futuro cambiará radicalmente nuestra sociedad», ha declarado Viviane Reding, Comisaria responsable de Sociedad de la Información y Medios de Comunicación. «La Web 3.0 significa la posibilidad de hacer negocios, divertirse o crear redes sociales en cualquier momento o en cualquier lugar, sin discontinuidad, mediante redes rápidas, fiables y seguras. Pone fin a la división entre líneas móviles y fijas. Supone un salto cualitativo impresionante en la escala del universo digital de aquí a 2015. Europa posee conocimientos técnicos y capacidad de red suficientes para liderar esta transformación. Debemos asegurarnos de que la Web 3.0 se haga y se utilice en Europa».
Los usuarios europeos acceden a Internet de forma cada vez más rápida y ventajosa: a finales de 2007, la mitad de ellos tenía acceso a la banda ancha a más de 2 megabits por segundo (MBps), una velocidad dos veces superior a la de hace un año y que permite ver televisión por Internet. La banda ancha llega ya al 70 % de la población rural de los 27 Estados miembros de la UE, reduciendo la diferencia en relación con la cobertura total (93 %). El año pasado, la cobertura de la banda ancha en las zonas rurales de la EU-25 se incrementó un 8 %.
Ello significa que ha comenzado una nueva generación de uso de Internet, con un potencial evidente para la economía europea. Mientras que un 25 % de los europeos utilizaba los sitios de la Web 2.0 en 2007, se están desarrollando aplicaciones empresariales de las redes sociales. También se prevé que los programas de Internet para las empresas se expandan en todo el mundo a un ritmo del 15 % durante el período 2006-2011.
Las nuevas aplicaciones tecnológicas necesitarán una cobertura ubicua de Internet. Con la «Internet de los objetos», la red se convertirá en el medio de interacción de máquinas, vehículos, aparatos, sensores y muchos otros dispositivos. Gracias a ella, los billetes electrónicos son ya una realidad, y los dispositivos móviles podrán intercambiar datos para realizar pagos o para obtener información. Se calcula que más de mil millones de teléfonos irán equipados con esta tecnología de aquí a 2015.
Todo ello supone una gran oportunidad para las empresas de la UE, siempre que haya inversiones suficientes en el acceso de banda ancha de alta velocidad y se apoye la innovación y la investigación. Según la Comunicación de la Comisión adoptada hoy, la UE debe impulsar la inversión en el acceso de banda ancha de próxima generación, por ejemplo reforzando la participación de las autoridades locales, que pueden facilitar el acceso a los conductos (o la excavación de conductos nuevos) para cables de fibra de banda ancha más rápidos durante las obras de ingeniería civil; asimismo, la UE debe mantener Internet abierta a la competencia, evitar restricciones injustas en las posibilidades de elección de los consumidores, proteger la confianza de éstos al utilizar Internet y financiar la investigación sobre la Internet del futuro.
La Comunicación va acompañada de un nuevo índice de eficacia de la banda ancha, que compara la competencia, la cobertura, la velocidad y la calidad del acceso de Internet en toda Europa (véase el anexo). Muestra que la UE está bien situada para aprovechar las oportunidades que ofrece la banda ancha, gracias a un entorno competitivo y abierto para las inversiones. El índice clasifica los resultados de los países de la UE en la Internet de alta velocidad en función de los principales factores que afectan al desarrollo de una banda ancha más rápida, con el fin de destacar los ámbitos en los que resulta prioritario mejorar.
El índice refleja el liderazgo indiscutible de Suecia y los Países Bajos, merced a un entorno propicio a la competencia y a las cualificaciones de sus ciudadanos y empresas, que les permiten utilizar servicios avanzados. Por otra parte, una competencia escasa puede frenar la inversión en tecnologías avanzadas y encarecer los precios. Factores sociales como la falta de cualificaciones digitales, una penetración de ordenadores limitada y poco gasto en TIC también parecen constituir barreras importantes que impiden progresar.
Enviado por Benjamin Nicolau, www.ebame.com
Source : Union Europea