En varias ocasiones no sabemos en qué clase encuadrar la marca de una aplicación informática que deseamos registrar.
Seguramente resulta confuso establecer la división entre el concepto de producto y el de servicio cuando el resultado es una aplicación informática desarrollada para dar respuesta a una necesidad concreta que tiene el usuario final.
Deberemos recurrir a la clase 9 de la Clasificación de Niza cuando se trate de software y programas informáticos de todo tipo, independientemente de su soporte o medio de difusión (ya se trate de cd’s, descargas on-line…). Si registramos en esta clase estaremos protegiendo la aplicación como un producto.
Muchas veces la propia aplicación está diseñada para ofrecer un servicio, por ejemplo la gestión de compras on-line. Si queremos proteger la finalidad que pueda derivarse de nuestra aplicación deberemos protegerla en la clase que corresponda en función del servicio que se pretende ofrecer.
Si necesita asesoramiento sobre este tema puede contactar con nosotros llamando al 902 01 44 02 o bien accediendo a cualquiera de los siguientes servicios:
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