Autora: Lilian Issa Contreras. Abogada de Derecho.com
El Real Decreto-Ley 13/2012, de 30 de marzo, por el que se transponen directivas en materia de mercados interiores de electricidad y gas y en materia de comunicaciones electrónicas, que incorporó modificaciones a la Ley 34/2002, de 11 de julio, de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico (LSSI), creó incertidumbre en el sector de la sociedad de la información ya que los profesionales de Intenet no estaban seguros de cómo aplicar las nuevas obligaciones que en materia de “cookies” se habían incluido en la normativa.
En concreto, dichas modificaciones ahora permitían que los prestadores de servicios utilizasen dispositivos de almacenamiento y recuperación de datos en los equipos de los destinatarios (“cookies”), siempre que éstos hubieran dado su consentimiento, habiendo sido informados previamente de la finalidad del tratamiento de tales datos. Además, se añadía a la normativa que cuando fuera técnicamente posible y eficaz, el consentimiento del destinatario para aceptar el tratamiento de los datos podría facilitarse mediante el uso de los parámetros adecuados del navegador. Estas modificaciones dejaron en jaque a los profesionales de Internet, que no sabían cómo interpretarlas jurídicamente, ya que no acababa de quedar claro si el consentimiento debía ser expreso o tácito.
Actualmente, el Grupo de Trabajo del artículo 29, concretamente, el 7 de junio de 2012, publicó un Dictamen (“Opinion 04/2012 on Cookie Consent Exemption”) en el que aclaró en qué casos el consentimiento para el uso de cookies deberá ser expreso y en qué otros casos dicho consentimiento podría ser tácito.
Analizado este dictamen puede determinarse que algunas cookies pueden quedar exentas del requisito de obtener el consentimiento informado en determinadas circunstancias, por ejemplo las cookies de «entrada del usuario», que se emplean para realizar un seguimiento de los datos introducidos por el usuario cuando rellena formularios en línea o utiliza un carrito de la compra, también conocidas como cookies de identificación de sesión, así como las cookies de personalización de la interfaz del usuario, como serían por ejemplo las cookies de preferencia de idioma que permiten recordar el idioma seleccionado por un usuario.
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